El abrir el paraguas en casa constituye una provocación: por un lado, a la dignidad de los dioses.
sábado, 25 de abril de 2009
Paraguas
El abrir el paraguas en casa constituye una provocación: por un lado, a la dignidad de los dioses.
viernes, 24 de abril de 2009
Magia blanca Vs. magia negra
Muchas veces nuestros abuelos nos han narrado historias interesantes que nos dejaron impactados o desconcertados. Viene a mi memoria el día que me senté en el jardín, junto a mi abuela, inquieta, le pedí que me contara una experiencia paranormal que haya tenido; ella me miró y comenzó a narrarme un pasaje de su vida.
Recuerdo, hace mucho tiempo, cuando habitaba en el campo y me sentía muy enferma, fui al doctor y me dijo que no tenía nada. Una amiga con conocimientos de vidente, me aseguró que me estaban haciendo daño, alguien quería verme sufrir y me estaba provocando dolores en los huesos; me recomendó que vaya donde un curandero que hacía magia blanca y vivía en lo alto de un cerro, él en un mesada a las 12 de la noche, me curaría.
En compañía de una amiga comencé a subir el empinado cerro, oscurecía, daban las 11, nos faltaba poco para llegar. De un momento a otro escuchamos los galopes de un caballo, no vimos nada, pero poco a poco el ruido se hacía más fuerte; entonces, vimos un hombre con capa negra que montaba un caballo, su aspecto era tenebroso, su imagen se difuminaba entre los arbustos, parecía que andaba en el aire.
Se acercaba cada vez más a nosotras, temblábamos de miedo; mi amiga saco un crucifijo que lo llevaba colgado en su cuello, comenzó a rezar y a hacer la forma de la cruz en el aire apuntando al jinete, éste se esfumo.
Nos quedamos asustadas, corrimos desesperadamente y al fin llegamos a la casa del curandero; le contamos lo que nos sucedió y él nos dijo que ese jinete que vimos era su opuesto, un brujo que hacía magia negra y que dañaba a las personas que deambulaban en la noche por el cerro.
Comenzó la mesada, me limpio con un cuy negro, rezo, invocó a Dios; ésta sesión duro tres horas, hasta que logró sacarme el mal que llevaba dentro.
Al amanecer retornamos al pueblo y a los pocos días me sentí mejor, dejaron de dolerme las piernas, las manos y la cabeza; ahí comprobé que lo que me habían hecho, era brujería y esto me estaba matando poco a poco.
domingo, 19 de abril de 2009
CENA PARA TRECE
Firme sin ver siquiera el papel y me despedí con un ojo semiabierto y un imprudente bostezo de aquel sonriente sujeto; era un sobre dorado con una tarjeta azul cielo dentro, siendo esta una invitación a una cena celebrando el cumpleaños de Rodrigo, un amigo que no se dejaba ver hace mucho tiempo o tal vez yo era el que no me dejaba ver.
Sin leer el total contenido del sobre con brillos de oro me volví a la cama y batalle con unos rayos incólumes que obtuvieron fácilmente mi rendición.
Me duche y prepare un rápido desayuno que no acabe por ser ya tarde para ir a la universidad.
Regrese muerto de cansancio y sin pensarlo me abalance sobre mi cama estrellándome de cara contra la invitación de Rodrigo; la verdad no tenia entusiasmo de ir, pero las ganas de estar entre amigos me ganó; así que a las ocho en punto estaba clavado en la dirección que indicaba la tarjeta.
Salude a los otros invitados y me senté junto a un par que conocía en la amplia mesa con 16 sillas, no paso mucho para que 12 de los asientos estuvieran ocupados mientras que nuestro anfitrión saludaba y ocupaba el asiento número trece; Rodrigo hizo una señal y los mozos empezaron a traer cada plato, comenzando el festín entre amigos con conversaciones y bromas típicas alegrando el ambiente incluso alguien dijo que parecíamos “los trece del gallo” cenando todos juntos; en ese momento Rodrigo palideció peligrosamente.
Amanda, quien estaba más cerca de él le pregunto qué pasaba y tras una larga pausa nos conto que si en una mesa comían trece personas juntas en poco tiempo alguien moriría.
Luego de ese episodio más de uno, al igual que yo, rio por la historia de Rodrigo, sin embargo en el fondo cada uno de los trece invitados reza para que no tenga razón.
miércoles, 15 de abril de 2009
Religión y superstición
martes, 14 de abril de 2009
El gato negro
Carolina Quinteros C.
lunes, 13 de abril de 2009
Encuentro perrorífico
Aún recuerdo la imagen terrorífica de aquel perro colgado con una soga atada al cuello, su sangre goteando encima de las piedras y su duro cuerpo tambaleándose al compás del viento.
¿Una venganza? ¿un sacrificio? ¿un rito? varias preguntas se me vinieron a la mente y sin pensarlo más, camine de prisa, tratando de alejarme lo más posible de aquella escena tan impactante.
Decidí acercarme a la gente del pueblo y preguntarle si antes habían ocurrido hechos similares y la respuesta que siempre escuchaba era un prolongado silencio. Pareciera que nadie se había percatado de aquel hecho macabro o quizás sí, pero de todos modos lo ignoraban.
Solo algunos niños comentaban; que en las noches se escuchaban terribles ruidos en el bosque detrás del convento, algunos gritos de mujeres y aullidos desesperados de los perros que no dejaban descansar a la gente del lugar, muchos habían decido mudarse al centro del pueblo y otros preferían callar.
Este hecho fue cometido por una persona enferma, violenta y que buscaba saciar su sed de venganza. Posiblemente esto sea un acto de adoración al diablo donde le ofrendan la vida de un animal negro.
Aún me queda la duda de cómo pueden suceder esos hechos aterradores en un pueblo tan tranquilo como Churín y menos en un cerro donde habitan tantas religiosas...
COMO ACORTAR UNA VISITA
Pues algo así me paso aquel viernes por la noche en la que un maratón de películas cómicas se había apoderado de mi novia y yo, haciéndonos reír como niños en un circo de Julio; todo era muy divertido y confortante; las caricaturescas escenas, los ríos de dulces y uno que otro beso travieso hasta que el timbre de la puerta retumbo entre la oscuridad de la habitación.
Era un amigo de ambos, el cual no veíamos hace algunos meses, del cual la única información que teníamos era que se encontraba visitando a sus padres en Portugal; versión que su inoportuna visito confirmo ya que nos conto que hacia pocas horas que había llegado a la ciudad.
Pasamos algunas horas platicando de una y otra cosa hasta que mi novia se disculpo y fue a la habitación principal dejando un par de minutos para llamarme y aunque me pareció de mal gusto dejar solo a aquel auto invitado, asiste en segundos al llamado.
Ella estaba más que molesta, aquella visita nos estaba robando una de las pocas noches en las cuales podemos estar juntos, y amenazo con hacer “algo que no le gustaría hacer”, si es que yo no actuaba para hacer que el visitante nos dejara poder terminar nuestra felicidad interrumpida.
Paso casi una hora más y no pude encontrar una manera amable con que despedir al amigo, es entonces que observe a mi novia excusarse de nuevo y salir de esa monótona conversación como lo hizo antes con la diferencia que esta vez fue al cuarto de lavado y volvió con una sonrisa desconcertante y con una pisca de malicia; no pasaron ni diez minutos de aquello y nuestra hablantina visita se puso en pie, nos volvió a saludar pero con tacto de despedida y se fue, perdiéndose en la noche que dejaba a la vista nuestra empañaba ventana.
No me contuve y fui al cuarto de lavado en donde no encontré nada raro y con una curiosidad aun mayor regrese a la sala buscando a mi novia que ya había tomado el sitio que tenia hacia antes del timbrazo.
La interrogue de inmediato y entre risas me confesó que había tomado la escoba y la había puesto detrás de la puerta, según ella se dice, que este es un secreto para ahuyentar visitas indeseables y aunque no creo en supersticiones ni magia esta vez agradecí sus beneficios.
domingo, 12 de abril de 2009
COLORES Y SINSABORES TRAIDOS POR UNA MARIPOSA
Era una tarde calurosa como las muchas a las que nos tiene acostumbrados nuestro hermoso verano limeño, y la estuviera disfrutando en mi querido sofá leyendo el periódico del día anterior, de atrás hacia delante, como era mi costumbre infundada; si no fuera porque había sido invitado a casa de una vieja amiga que aunque la extrañaba mucho hubiera preferido que las cosas sigan como estaban: con conversaciones virtuales, frases memorativas de mágicos años y planes para vernos de esos que se hacen por compromiso y jamás piensas cumplir; solo que esta vez el móvil de su invitación era todo un misterio y fue tan anunciada la reunión que incluso amigos perdidos de hace años estaban ahí; tanto así que por un momento pensamos que era algún ataque de nostalgia colectivo.
Fue entonces cuando nuestra hasta entonces oculta anfitriona hizo su tan esperada entrada, estaba vestida o disfrazada (la verdad que al comienzo no percibimos la diferencia) con un vestido blanco como de tul tornasolado y se veía como alguna vez imagine que se veían las ninfas en verano, llevaba el cabello recogido con lazos blancos y brillantes, haciendo toda su vestimenta contraste exacto con su larga y bella cabellera negra y sus ojos profundos y oscuros como lo más hondo del mar.
Nuestra princesa de nieve como la llamamos luego de aquel episodio dio un saludo y agradecimiento para todos los presentes y leyendo las miradas de todos empezó a recitar el porqué de la fiesta misteriosa.
Todo empezó con una inocente mariposa blanca que entro días antes de la sorpresiva reunión a casa de mi queridísima amiga, mujer que estaba pasando por un sin número de problemas uno más escabroso que el otro; pero a pesar de todo mantenía sus firmes convicciones y entre ellas reposaban una que otra superstición.
Según ella, se dice que si uno tiene mil y un problemas sea en el campo que sea y entra una mariposa blanca a casa, estos dan un vuelco y todo se soluciona sin embargo si la mariposa visitante es colorida tus problemas crecerán mucho mas, y si no los tienes sin duda los tendrás.
Su explicación era aun más extraña que su vestir y aunque la mayoría prefirió seguir creyendo en que el motivo del llamado era por nostalgia por alguna extraña razón preferí creerle; verdad o no, es su creencia y nos dio un excelente momento para recordar, momentos que siempre se harán extrañar.
Baboc Rujel, Elvis J.
Vestir de negro en los funerales
Fuente: http://www.tarotcarmencamino.com/esoterismo
martes, 7 de abril de 2009
MURCIELAGO
Existía una costumbre campesina de clavar un murciélago que haya entrado en casa detrás de la puerta, como amuleto de buena suerte y protección contra encantamientos. No deja de ser una salvajada.
Se dice que si un murciélago entra en casa habrá una desgracia en la familia, al igual que si vuela contra las ventanas.
Ver un murciélago durante el día trae buena suerte, pero si se le molesta y sale volando acarrea mala suerte..... ¿tu que crees?
sábado, 4 de abril de 2009
¿Tijeras Abiertas?
Muchos de nosotros y con esto me refiero a todo tipo de personas, ya sea por edad, sexo, religión, y otros, e inclusive por estrato social, nos dejamos llevar, en algunos casos, por las diferentes situaciones que nos dan temor o nos generan confianza.Estos hechos, poco a poco se han convertido es un estilo de vida para muchas personas, lo que ha dado lugar a un sinfín de supersticiones.